Tramando un crimen

Malévola la luna…
Quiero matar a alguien.
Tengo en la sangre
y en el cuerpo
esa inquietud,
ese mal.
He planeado un par de cosas,
uno, que será un homicidio indiscriminado, a cualquiera,
y dos, que será esta noche.
Tengo una navaja,
esperaré en la oscuridad
de un callejón de esta ciudad
a que pase alguna persona.
Mientras más cerca estoy
de mis planes, crece la emoción
y un vinagre por las venas.
Ya estoy cerca del lugar elegido…
Ahí viene alguien…
Esperé a que pasara,
lo agarré por la espalda
y le clavé varias veces
la navaja
sobre la ropa.
Ante la sorpresa del ataque
poco pudo hacer.
Era un hombre de media edad,
aún joven,
gritó un poco y cayó al suelo.
Lo contemplé un poco
y salí a correr manchado de sangre.
Ya soy un criminal,
un asesino.

Jaime Garzón Rivero

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