
Tiempo
Relojes en las sombras,
justicia del tiempo
que pone todo en su lugar.
Y caen en ruinas los edificios,
y lo nuevo se vuelve obsoleto,
la gente envejece,
los niños buscan sus sueños.
Se consume el alma,
la carne, el metal…
Todos caen a su paso,
el tiempo…
Los relojes son máquinas de tránsito
de un momento a otro,
van contando los segundos.
Se arrastra, se expande, desaparece…
así son esos instantes.
Inmortales inmunes
a los achaques de la herrumbre.
Quién fuera ellos
olvidados de morir,
todopoderosos…
acostumbrados a las tragedias,
a la pena, a la tristeza.
Corazones inmunes.
Nada es eterno en este mundo.
Aún me sobra ¡tiempo!
Jaime Garzón Rivero