La Princesa Triste

Cuando pierdes el norte
y a tus pies está la desdicha y la pena,
el desamor…
Nadie quiere a la Princesa Triste,
está sola en este mundo,
sus vestidos gastados
y esas lagrimitas en su carita.
¿Qué ha hecho ella para estar así?
La mala suerte
para ese corazoncito tan bueno.
Ojalá viniera un príncipe
para nuestra princesa,
ojalá la besaran y la consolaran,
que le diera una nueva vida
y un futuro
allá en palacio.
Es la niña pobre
tan rica en el alma,
es la niña solitaria
que llora en secreto.
Yo sé que la quiero.
¿Cómo no querer
sus ojos de fuego?
¿Y su risa y su voz,
no son las más bonitas?
Mi espada rindo por la princesa.
¿Me querrá a mí
como su caballero?
No llores más Princesa Triste,
no sufras
yo arroparé tú corazón
y te haré sonreír de nuevo.
No llores…

Jaime Garzón Rivero

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