Siempre tan solo

Un mensaje del más allá,
una llama que alumbra una tumba,
un ángel que aparece y se va,
unas nubes que nos dejan lluvia.
Un vacío en el gentío,
alguien que monta a caballo,
un doctor que dice «muerte».
Un huracán de sangre,
un temblor de la Tierra,
un hombre vacío,
una mujer en su cama.
El dolor ajeno,
la envidia común,
un arte nuevo,
un detective sin caso.
Una ópera prima,
un bastión de secuaces,
la última partida.
El luto, el final,
el cielo que dice algo,
y el hombre,
siempre tan solo.
Cuando te marches
dime el secreto.
Si vuelves trata de venirte sin ruido
y dime que me quieres
aunque sea mentira.
No quiero tiempo,
quiero gastar oro.
No quiero inmortalidad,
quiero buena muerte.
Ante la salvedad
de que nadie sabe leer esto
que quede de anécdota.
Yo solo pienso en vivir
pero te espero algún día…

Jaime Garzón Rivero

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