Que siga el Juego

En el desánimo,
las palabras de un amigo,
el encuentro con la poesía
y quitarse las penas.
Escribir como contraparte
y meditar la línea de pensamiento,
sacar al fuego la desdicha
y sentir la lírica brillante.
Una narración
que tal vez esconda
los sueños,
un discurso
que cambie el rumbo del ánimo,
una modestia
que es ponerse de escritor.
Mal habida esperanza
de que alguien te lea
y mal llevada la modestia.
Otros años vendrán
y seguirán siendo míos los versos.
Este poeta erra una letra
pero consigue el poema.
Ya está el tiempo atrás
y es hora de rematar su poesía.
A veces sueñas,
otras escribes
y a veces se confunden ambas hazañas.
Basta por hoy,
que siga el juego.

Jaime Garzón Rivero

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