«A Miguel Hernández.»

Para un Preso

Dame el veneno
en mi celda
que yo ya no quiero
más vivir.
Dame y que me venga
la muerte,
que el olvido
sea mi morada.
Que morir sea
mi salvación
que no tengo justicia
ni patria
y soy sólo en el mundo.
Ya no rezo
porque el Señor
no me escuchó
y sueño la aurora
de mi partida.
Para un preso
un último deseo,
que no vengan los míos
a despedirme…

Jaime Garzón Rivero