A Orillas del Guadalquivir
Una gitanita bailaba flamenco,
así como le enseñaron en casa y ella sabía.
Estaba en un corro con amigas y amigos,
y al calor de las palmas y el cante
se puso a bailar…
«Cuando yo tenga marío
será el más querío…»,
decían las gitanitas y gitanitos,
cantando con raza
esas voces pequeñitas
que sabían a su tierra,
a Sevilla y a Triana.
¡Viva la tierra de uno
y las gitanitas y gitanitos!
Que ya se iban pa la feria,
que los llevaban sus mayores.
Y así crecían de buenos
en su barrio bonito Trianero
a orillas del Guadalquivir,
que sin saberlo
eran la sangre nueva y misma
de la ciudad de Sevilla.
¡Por los siglos de los siglos!
Amén
Jaime Garzón Rivero