Náufragos

Los escritos de los locos,
las ilusiones de los cuerdos,
las altas paredes de pequeñas calles
donde se vende droga.
La Gran Ciudad,
los niños perdidos,
la cordura, la razón,
la vagancia…
El Tiempo loco,
causa de todos los males…
Aún llegas justo hasta aquí,
a la Casa de los viajeros,
a la posada de los olvidados
y perdidos,
allí donde se llora sin llorar
y se pide limosna por Amor.
Allí todos reunidos
como hermanos
de Religión,
cómo náufragos
bajo un aguacero
que no cesa.
Esa era la verdad…

Jaime Garzón Rivero