Mi Rosa Blanca

Me olvidé la Rosa Blanca
un día perdido en un Palacio.
La bella, la preciosa,
la que me trajo Amor sin espinas.
Y quise el Mal de la vanidad,
la soberbia, la gran Vida,
y ni eso era vida ni Amor lo que me prometía.
Fui a por mi Rosa y ya no estaba,
la Blanca, la bella, la preciosa…
Nunca perdoné a este hombre que soy
por dejar mi Rosa,
y lo sentiré siempre.
Una espina me dejó clavada…

Jaime Garzón Rivero