Perdido
No sé, hace un tiempo,
dónde estoy,
y he tenido sueños negros
y delirios y locura.
He perdido el norte,
he perdido el contacto humano,
y casi en agonía
intentaba tener alguna guía,
algo donde aferrarme.
Allí apareció Jerusalén
y una Cruz en el monte.
Recordé a Jesús
y así mi vida.
«Volver a leer el Evangelio… «
Jaime Garzón Rivero