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Hijos del Señor

Más allá de la entraña del mundo
dilucidé el Bien y el Mal,
la lucha infinita,
y ví el Cielo y el Infierno.
Ángeles volaban entorno a una luz
y Demonios se lamían en el Averno.
Entender que la Creación era obra
de Dios y del Demonio,
que es una Partida que dura milenios,
y que todos llevamos a cabo
en nuestras vidas.
Los aptos van con el Señor,
los malos, al sufrimiento.
Así dejamos esta existencia.
Nada más importa
que el peso de tu corazón
en la balanza de la Justicia.
Y haz en vida hasta que te lleve la muerte.
Y piensa en Jesús y María
para que tu empresa sea el Bien
y no tengas indiferencia
contra el Mal.
Hijo eres del Señor.
No lo defraudes.

Jaime Garzón Rivero