Reza lo que sepas, llegó tu fin. Tu muerte será porque no podemos engañarte, porque deshaces nuestros planes, porque combates el Mal. ¿No dices nada? ¿Te sabes muerto, verdad? Estamos aquí veinte hombres y apenas podíamos contigo, pero ahora estás débil y atado. Ya no te salvarás. Ni dinero e inversiones que hemos perdido por tu culpa. Él tenía que ser bueno, no podía hacer pasar la cuerda. Muchos te admiran y te tendrás ganado el Cielo… Ya no podíamos más. ¿Quieres decir algo antes de morir? Nada… vale. Morirás de un disparo de mi pistola. Soy el jefe y daré ejemplo. Adiós Ángel. ¡Que vayas al Cielo! (Lloros)