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Un Buen Camino
Nunca se deja de despertar.
Cada día se hace la conciencia más grande
y crece la memoria y el alma.
Depende del sueño en que te levantes
sales más contento o más desilusionado.
La existencia pega palos
para todos lados.
Descubrir un libro, unos estudios, un trabajo…
Un viaje, unas personas, un amor…
Pero no deja de sorprenderte,
de ahí el despertarse.
Y se tienen sueños y
cuestiones que atender
y se suma y se resta,
aunque vas engordando la cuenta.
Un buen día todo se acaba,
pero hasta la muerte parece
una sorpresa.
«Los caminos del Señor
son inescrutables.»
Nada más os digo.
Serviros bien en la vida,
que luego se acaba.
Jaime Garzón Rivero