I

Implicarse

El miedo es el enemigo.
En ninguna parte puedes salvarte.
Tendrás que correr o enfrentarte.
Y si estás solo, tu cabeza dirá.
Late fuerte el corazón.
¿Te lanzas al desafío?
Puede que no tengas culpa,
que no vaya contigo,
pero que sea el bien.
Lo piensas… «¿Y si me arriesgo?»
La indiferencia parece hasta pecado.
Es tu vida,
hazlo o mira para otro lado.
Lo que coseches tendrás en el futuro.
Tampoco es cuestión de imposibles…
Implicarse es la manera.
Y te harás más fuerte,
tendrás más experiencia,
te harás más señor,
y así, así, señor de señores.
No es que busques siempre
o que por casualidad solo te acontezca,
pero pasan muchas cosas todos los días.
Haz y tendrás enseñanza,
respeto, corazón, ¡alma!
Es interesante, ¿verdad?
Salir del rebaño y llegar a ser alguien.
¿Va ser la vida una tele y una cama?
Prudente, pero piensa.
No hay más.
Ahora coge el miedo y enfréntate a él.
¡La vida puede ser apasionante… !

Jaime Garzón Rivero