Cuarenta años de soledad,
y siguen sumando.
¿A quién le cuento
la poesía o la estrella
si ellos también lo saben
y no lo quieren saber?
Siguiendo el camino,
que duermo, pero poco,
y "lo que no vivo"
porque el camino
no va por ahí.
Y es difícil
tener compañía,
aunque se tenga,
porque hay un fuero interno
nunca perturbado
por otros,
por eso que no se me olvide
hablar, y cantar, menos,
que solo te ven
pero no se sabe
llevando atuendo
y oficio.
¿Harán falta poetas
en esta Tierra?
Perdonen que me marche ya,
que no hay nada
más bonito para mí,
que la Soledad.