V

Vestirse de Poesía 

Vestirse de Poesía,
de sonetos de oro,
de dulces clavellinas,
del escudo de Ulises,
del Dogma Romano,
de ser serpiente
en la Biblia,
divinidoso
Don Juan,
sátiro griego,
sultán promiscuo,
ejemplo también
de justicia
y pulcritud,
de las queridas
palabras,
siempre por decir.
Soy Homero el Ciego
y recito las Rapsodias,
soy Rubén Darío
y me pierdo
en el Azul.
Quiero morir
porque estoy vivo,
alcanzar la belleza
de las ninfas desnudas.
Voy siendo trobador
que implora a las musas
un poco de luz
ante el alfabeto,
el diccionario,
la métrica,
las sílabas.
Voy vistiéndome de Poesía
tal cual soy.

Jaime Garzón Rivero