A

A la Señora de los Dolores

Guardas en silencio
Y nadie te pregunta.
Han sido muchas cuestiones
Y agravios
Que llevas adentro
Y callas.
Te cuesta también
Tirar del Alma,
Y los tuyos tienen 
Poca culpa
Y los demás 
No se dan cuenta.
¡Ay María,
Señora de los Dolores!
¿A cuánto Amor 
Caben estas desgracias?
Y eres buena
Pero dura,
Y mujer y madre.
Mi Señora 
Déjeme pedirle perdón
Algún día.

Jaime Garzón Rivero