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A la Señora de los Dolores Guardas en silencio Y nadie te pregunta. Han sido muchas cuestiones Y agravios Que llevas adentro Y callas. Te cuesta también Tirar del Alma, Y los tuyos tienen Poca culpa Y los demás No se dan cuenta. ¡Ay María, Señora de los Dolores! ¿A cuánto Amor Caben estas desgracias? Y eres buena Pero dura, Y mujer y madre. Mi Señora Déjeme pedirle perdón Algún día. Jaime Garzón Rivero