El Chikinilusí y la Chikinilusina

Dada la llegada a la Tierra, en el momento esperado después de un tiempo, en la Nación que fuese, con su Papi, el Arri-Merca-Forastero, y su Mami, la Bandi-Bandolera-Preciosa, y que la más bonita y lo más bonito es ver a su Chiki sonriendo, y que no hay ojitos más bonitos, que los de la Lauré chica y los del Ajacinto también chiquitín, y que cuando-cuando, el Arri y la Bandi, así en la casulidad, en un momento, se dieron un besito, no sabían lo bonito que era su Chikinilusí y menos su Chikinilusina, y que fue sin «querer queriendo»… se cumple la Regla, de que por mu mal que se pase, y de que, por mucho que Viaji-Luchi-Walki-Sufrieron, no se arrepienten, así casi nunca, así casi nunca, de lo mucho que se quisieron.

Jaime Garzón Rivero

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