Esto es el escáner Tesla de la Tayrel, y va una DulceMyLady por la calle, que ha sido Bendecida hace poco por el Estado de Buena Esperanza, y está Dulce Juan, tomándose el aperitivo con los de la Oficina, y el Señor Mateo, agente de la Tayrel, le dice…
-Varón, 3´200 grs, 53 cms… (Así con una sonrisilla).
Y le dice el chaval, encajando un poco riéndose también, y en su papel de Padre primeriso…
-No se cachondée usted Don Mateo, que nunca se sabe lo que va a vení.
(Así también con un poquito de wasa).
Llega DulceMyLady a la casa, llama al Juan, le pregunta cómo le ha ido el día, este también le pregunta, y acaba diciendo…
-Que me ha dicho, la Madre de mi Amiga, que si tenemos un Varón y le ponemos de Nombre Alfredo, se va a cumplir lo que le pasó a mi Bisabuela cuando tuvo a mi Tío y que es de Familia volver a los nombres y a las costumbres… que yo he estudiao eso en la Asignatura de Condicionantes de la Psicología.
Unas risitas entre ellos, unos comentarios más. El Juan que se compra un coche, La Dulce que está mirando ropita y una guardería, que el Juan llama a Don Mateo para contratar un Seguro, y que cuando le llega el Sueldo al Juan, y sumando la excedencia de la Dulce, echando las cuentas entre los dos, no habían contado con una carta del nuevo seguro. Se miran un poco, echan otra vez las cuentas, y dice la Dulce…
-Bueno, un poco más. Pero a la Larga…
De usos y costumbres y los viejos modos.
Jaime Garzón