– Esto es DulceMyLady, que pasa por delante de un escaparate y se para a mirá un carté así un rato, y lee: «Se dan clases de Inglés y de Ofimática». Se vuelve así mu enfadá y se dise: «¡Hay que vé que no me llamao nadie!».

 

– Esto es DulceMyLady unos años después, que se da la circunstasia, de que ha conseguío un gran capital. Se sienta así en el sofá, se prepara una copita, se ensiende el caporal,  se pone así otra vez buscando su sitio, y cuando acaba de darle un buchito a la copa, dise muy sentía: «Lo siento, pero lo he conseguío.»

 

Jaime Garzón Rivero

 

 

 

 

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