Te quiero Madrid
Vuelve «el Siglo de Plata» y mi Corazón, Em
Tiene las calles ganadas por la Religión. Em
Y mi puño quebrado, y mi espalda mojada, D Am
Hablando no se quejan. Em
Atocha y la Señora de la Castellana, Em
Calle arriba de la “Calle Serrano”… Em
Cuando no encuentras trabajo, y es el 2 de Mayo, D Am
El Día de la Revolución. Em
Y de pobre se acercan “los Pederastas”, D
Y a la cara te mira el dinero, Am
No preguntes por Dios. Em
Y mi Señora de la Almudena, C
Y mi Ángel Caído del Cielo, G
Mi muralla contra Troya, D
Y en el brazo mi puño quebrado. Em
¡Que ha Matamoros le caiga un buen Rayo!, C
Que siempre me quede Vallecas, G
Y que a las Estaciones del Sur, D
No suban los desamparados. Em
Que me acuerdo de ti, “Mi Vida”, C
Que no lloran los Arcángeles, G
Porque no quedan más lágrimas D
Pero sí mi Religión. Em
Y si hubo un 2 de Mayo, C
Y un 18 de Julio en el 36, G
Y la Constitución la subieron los Obreros, D
Y “Mis Padres” paraban los tanques a “Pedrás”… Am
¡Te quiero Madrid! G
Y cuando llora la Almudena, Am
Y mi Cristo de la Guardia de Sol, C
Y en un taxi de Vallecas, G
Vienen dos más a las Barricás D
Y mi puerta de “Isabel II”, C
Y mi patada voladora en Atocha. G
Que si no fue algún Político, D
El que vendió “Caja Madrid”… Am
…Y mi General Acosta, C
Se quedó sin Calle después de la Guerra… D
¡Viva Madrid! G
Que son Ángeles de España, Am
Que son “Hijos Proscritos”, C
Y en la Calle de Princesa, D
Sueñan con poder olvidar C
Algún día lo pasado. G
… Y si te falta una bandera en “El Calderón”, C
Y un Aria por mi Castilla del Bernabeu, G
Y vuelve haber flores en la Almudena… D
¡No llores por mí, Madrid! G D
¡No llores por mí, Madrid! D G
Y si te falta una bandera en el Bernabeu, C
Y un Aria por Mi Castilla en el Calderón, G
Y los del Rayo vuelven a salir a partir las piedras… D
¡No llores por mí, Madrid! G D
¡No llores por mí, Madrid! D G
¡No llores por mí Madrid! D G
Don Jaime Garzón Rivero con la Compañía de los Ángeles de Madrid. Recuerden el secreto…
«… Y ocuparon los Palacios, los Teatros, las Embajadas. Las Cortes, las Leyes, el Dinero, las Tierras… Pero nunca se olvidaron ni pudieron, de quienes construían lo que profanaban…
Ante la Injusticia… El Imperio del Alma.»